Escrito por Pedro de Répide (1882-1948). Publicada en la revista "La esfera" en enero de 1916.
Nos ocupa un interesante relato de fantasmas, género que nuestros escritores han tratado menos, sin duda, que los anglosajones, para los que es un género tradicional, como aquí puedan ser las andanzas del pícaro. Ahora bien, como iré demostrando en esta página, en la literatura en castellano abundan los fantasmas, como no podía ser menos.
Para comenzar, el que fuera cronista de la Villa de Madrid deja muy clara la época del relato, 1854. El protagonista es un joven diplomático que, en un baile de máscaras en el Teatro Real, es abordado por una dama de extraño comportamiento. Realmente este relato parte de una leyenda urbana universal, tan universal que tiene su versión madrileña, que es la que aquí se nos narra.
Es uno de esos relatos de lo fantástico con una sólida base geográfica, que permitan seguir las peripecias sobre un mapa, en este caso el callejero de la capital de España. Creo que detrás de esa preferencia está el deseo de que la realidad cotidiana quede transfigurada por el poder de la ficción. En "La dama de la Rosa", como en esa obra maestra, de la que hablaremos algún día, "La mujer alta", es posible revivir el itinerario de los protagonistas por el Madrid nocturno. Bien es verdad que muchos de los palacios de la calle Alcalá han desaparecido, pero alguno permanece. Y el origen y destino del itinerario todavía sobreviven al paso del tiempo, que son el Teatro Real y la Iglesia de San José, que será ya siempre para mí la iglesia en que culmina la historia de "La dama de la rosa".
Sobre esta historia arquetípica Pedro de Répide escribió un relato elegante, de sobrio patetismo. Cuarenta años después, en el exilio, Max Aub retomó el tema en su cuento "La gabardina" del que hablaré algún día.
Se puede encontrar en Cuentos madrileños de la editorial Castalia, Madrid 2002 en su colección Castalia Prima.
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