domingo, 13 de octubre de 2013

El diablo en el bolsillo




"El diablo en el bolsillo" es un relato de José Fernández Bremón, publicado en "El Liberal" de 29 de marzo de 1903.

Fernández Bremón (1839-1910) es uno de los autores de cuentos más entretenidos, y a veces hilarantes, del siglo XIX español. Gozó de cierta popularidad en vida como cuentista, periodista y autor teatral, y también por sus polémicas con Leopoldo Alas "Clarín", que supo reconocer con nobleza el talento de Don José como cuentista. Luego el olvido cayó sobre él, como sobre tantos otros. Un siglo después de su muerte ha sido, sin embargo, uno de los beneficiarios del modesto resurgimiento editorial de los autores españoles de literatura fantástica, junto a Emilio Carrere o Agustín de Foxá, (y pocos más) con dos libros: "Un crimen científico y otros cuentos" editado por Lengua de Trapo en 2008 y el volumen que incorpora el cuento que nos ocupa, "El crimen de ayer y otros cuentos" editado el 2012 por la editorial sevillana "Renacimiento".

Es "El diablo en el bolsillo" un curioso relato sobre la premonición, narrado con elegancia y concisión, y que se ubica temporalmente en la Semana Santa de 1623 y geográficamente en el antiguo alcázar de los Austrias y sus aledaños en Madrid. Todos los personajes que aparecen son históricos, salvo un criado: el Príncipe de Gales, que luego sería Charles the first, de infausto destino, Felipe IV y su valido el Conde Duque de Olivares,  y el auténtico protagonista humano del relato, porque el "fatum" lo es quizás más propiamente, el escritor ecijano Luis Vélez de Guevara. Es la figura del andaluz, irónica y valiente ante las sospechas del Santo Oficio la que da interés humano al cuento. Otro de los valores del relato es la plasmación sobria y eficaz del Madrid barroco en una de sus ocasiones más salvajes y delirantes: una procesión penitencial de casi todas las órdenes (que no eran pocas) que se encontraban entonces en la villa y corte.





2 comentarios:

Raúl Morón dijo...

Estimado Manuel:

Ya sospechaba que su persona había pasado a la cuarta dimensión al leer algún cuento prohibido, puerta transdimensional, pero, por fortuna, no ha acontecido tal hecho. No conocía al Señor Bremon y sus cuentos de misterio. Eso de la corte de Madriz austriaca me trae a la memoria el relato de Carrere de la Casa de la Cruz.

Un saludo, Raúl.

Manuel Torcuato dijo...

Hola Raul. La verdad que el último año me he dedicado más a dibujar y a leer tebeos que a leer cuentos y continuar este blog.
En cuanto al señor Bremón, sin ser un gran autor, es una lectura de lo más gratificante. El uso de la corte austriaca para ubicar relatos de lo sobrenatural es habitual en el siglo XIX español, empezando con esa maravilla que es "El estudiante de Salamanca" de Espronceda.

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