jueves, 18 de octubre de 2012

El caballero de las botas azules



Una de las escasas novelas del siglo XIX español que es de carácter fantástico. Escrita por Rosalía de Castro (1837-1885) y publicada en Lugo en 1867.

Sin apasionarme, me ha agradado. Es una curiosa mezcla de lo sobrenatural, lo alegórico y la satira social. Está narrada con garbo, y aunque la trama no sea absorbente, la rareza impera en ella de cabo a rabo, y sabido es, que como dijo Poe, "lo extraño es uno de los elementos de lo bello".

Un escritor hastiado del éxito en vida, aspira a la inmortalidad que da la posteridad. Se le aparecera su musa, una deidad burlona y enigmática que le propone transformarle en un ser extraño y casi omnisciente, dotado de unas botas azules, translucidas y fascinadoras, que causarán furor en el Madrid isabelino (la novela fue publicada en Lugo en 1867, un año antes de "la gloriosa").

Así, el duque de la Gloria aparece como una bomba en medio de la aristocracia de la época, y parece dotado del extraño don de explotar las debilidades de aquellos con los que se enfrenta, con una función que a ratos es moralizadora, y en otras, puramente gratuita.

Uno de los encantos de la novela son los diversos escenarios, algunos de cierto carácter gótico (la corredera del perro, próxima al cementerio, donde la desgraciada Mariquita, enfrentada a un matriomonio que no desea, pide al destino que le entierren viva ) y los salones y jardines del señor de la Albuérniga. La prosa de Rosalía es imperfecta, algo retórica a veces, pero en general viva y sobre todo con el sello de una originalidad profunda, que la mayor parte de los escritores nunca alcanzan, porque no es algo que se pueda aprender, se tiene o no se tiene. Los diálogos son animados, dentro de la proverbial verbosidad decimonónica. La moral de los diversos episodios se expresa con prontitud y sin arruinar el relato (como en cambio sucede en las novelas de otra mujer del XIX español, Fernán Caballero, que lo tenía todo para ser una gran novelista, salvo su horrendo afán de moralizar).

Rarísima "avis" en nuestra literatura, quizás solo superada en rareza dentro del XIX por la novela "El Doctor Lañuela" de Antonio de Ros de Olano.

¿Que quiso decir Rosalía con su libro, más allá de lo evidente, que la literatura de su época era mala, y que las mujeres de la aristocracia estaban corrompidas, y que el quiero y no puedo de la clase media era algo ridículo? (Esto último lo trató maravillosamente un novelista de mayor talento, Galdós, en su novela "Misericordia").

Algunos estudiosos han querido ver, no se si cegados por el patriotismo hispano o galaico, en esta novela un precedente de lo que será la revolución kafkiana, una alegoría de la que el sentido ha desaparecido, y solo queda el símbolo sin significado claro. Puede ser. Para mí, lo que la escritora gallega quiere decir es, que en una sociedad sin Dios, (o sin principios morales sólidos, pues de esta novela Dios está ausente totalmente, gracias a Dios) en una sociedad así, como decía Chesterton, se acaba creyendo en cualquier cosa. En este caso, en la cualidad trascendente de unas botas azules. La descripción del citado calzado, por cierto, le hace preguntarse a uno si Rosalía, con la cualidad de visionaria que proporciona el don poético genuino, previó la llegada del plástico.


 







 

2 comentarios:

Raúl Morón dijo...

Estimado Manuel:
Hace años leí la otra novela de la poetisa del Sar, la Hija del mar, donde recuerdo, o lo poco que recuerdo un ambiente intenso en brumas, fuerza de mar y si no mezclo cosas una niña, extraña que emergió del mar. Y si esta novela consigue como apuntas escenas con un fuerte ambiente, bien hallada.
Un saludo, Raúl.

Manuel Torcuato dijo...

Hola Raúl, y bienvenido de nuevo por aquí. Había oído hablar de "La hija del mar", pero no tenía claro que tuviera un componente fantástico como el que tú crees recordar. Los niños que salen del mar, no se si desbarro, pero podría ser un mito céltico, compartido por Irlanda y Galicia. Me baso no en profundos estudios antropológicos, sino que hay una hermosa película irlandesa, dirigida por el gran John Sayles, "El secreto de la isla de las focas", que trata el mismo tema. Cine de calidad para ver en familia.

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